miércoles, 30 de mayo de 2012

Eclesiología

La doble aplicación de ejkklhsiva.
Por cuanto en esta tesis se ha afirmado que el mensaje de APOCALIPSIS no está dirigido a la Iglesia de Cristo, el presente capítulo dedicado a la Eclesiología tocará la parte mas conflictiva de la obra, pues es verdad que APOCALIPSIS debía ser "enviado a las siete iglesias de Asia" (Ap.1:4,11) y no es menos cierto que tal palabra -ejkklhsiva- se halla registrada en su Texto en veinte oportunidades.
A modo de paréntesis, permítasenos decir inicialmente que, debido a la intransigencia resultante por la ardiente y justa defensa del Dispensacionalismo ante los erróneos postulados de la llamada "Teología del Pacto", la idea de la existencia de una iglesia israelita se vió paulatinamente atenuada hasta casi desaparecer.
En sus legítimos y bien fundamentados deseos por vindicar las Santas Escrituras, los teólogos dispensacionalistas expusieron las notables diferencias que existen entre el plan de Dios para Israel y la Iglesia, y se plantaron firmes en el hecho cierto del nacimiento de la Iglesia en el día de Pentecostés (Hch.2).
Sin embargo, al ejercer esta defensa, -e involuntariamente claro está- se fué desvirtuando el también hecho cierto de que otra iglesia existía ya quince siglos antes del Pentecostés cristiano, y así, con el correr del tiempo, la palabra "iglesia" en su aplicación a la comunidad israelita, resultó siendo sustituída bien por "asamblea" o "congregación", aún en pasajes donde es evidente su valor literal.
El alejamiento de la idea que infiere la existencia de la iglesia israelita es precisamente lo que constituye uno, sino el mayor de los obstáculos del Dispensacionalismo para interpretar APOCALIPSIS justamente, pues al confrontarse con el abundante registro de ejkklhsiva en este último Libro de la Biblia, los intérpretes concluyen erroneamente que se trata de la Iglesia de Cristo.
En esta obra se dirige de inmediato la atención del estudiante acerca de la doble aplicación que, en este sentido, la Biblia otorga a la palabra ejkklhsiva.
Evaluando su significado básico, se establecerán las diferencias entre su uso para Israel (A.T.; Mt. 18:17; Hch.7:38; y Stg.5:14) y su aplicación para la Esposa, el Cuerpo de Cristo (Mt.16:18; HECHOS y EPISTOLAS) con el propósito de obtener resultados comparativos que ayuden a esclarecer e identifiquen la ejkklhsiva a la cual APOCALIPSIS se refiere.

La iglesia israelita en el Antiguo Testamento.
La Versión Griega del A.T. (LXX), utiliza la palabra ejkklhsiva casi un centenar de veces como traducción directa de la palabra hebrea lh;q; (q'hal). A diferencia de su aplicación en el N.T., en el cual describe aspectos cualitativos de un cierto y determinado grupo, ejkklhsiva es utilizada en el A.T. con el propósito de identificar una comunidad determinada, aplicando dicha palabra indistintamente a hombres de esa comunidad reunidos por diversos motivos.
Era el pueblo y el propósito lo que daba el significado a la ejkklhsiva israelita. De esta forma, la "iglesia" podía ser convocada por motivos (a ) militares (Jue.20:1-2); (b ) cívicos (1R.12:1-4) o (c ) religiosos (1R.8:14,22,55,65).
Igualmente, ejkklhsiva es empleada tanto respecto a (d ) aquellos reunidos para hacer el mal (Sal.26:5) como los que lo hacían (e ) con el propósito de adorar a Dios (2Cr.30:13).
Pero fué la (f ) reunión de Israel delante de Dios en Horeb (Dt.4:10; 9:10; 10:4; 18:16) la ocasión que sirvió inicialmente para definir su significación como iglesia.
Una vez dentro  de la tierra prometida, Israel se reunió como ejkklhsiva para (g ) "oír la Ley de Moisés" (Jos.8:35; Neh.8:1-2,17).

La iglesia israelita en el Nuevo Testamento.
En EVANGELIOS, el Texto del N.T. registra tres veces la palabra ejkklhsiva, y esto siempre en labios del Señor Jesús. Los pasajes son:
"Y yo también te digo, que tu eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella" (Mt.16:18).
Y:
"Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, ténle por gentil y publicano" (Mt.18:17).
Cuando se tiene en mente una sóla clase de iglesia, la exposición se torna particularmente embarazosa y una dificultad se presenta en primer término por el hecho de que los dos pasajes parecen no tener consonancia uno con otro, pues se ha de presumir que en el primer caso (16:18), se trata sin duda alguna, de la Esposa, el Cuerpo de Cristo, mientras que en el segundo (18:17), el Texto hace una clara referencia a la sunagwghv (= sinagoga) local.
¿Cómo explicar entonces el uso de ejkklhsiva en ambos casos? Si persiste la idea de que ejkklhsiva es aplicable unicamente a la Iglesia de Cristo, la interpretación se vé forzada a establecer una relación mutua entre "iglesia" y "sinagoga", lo cual no es.
Si en cambio se presume la existencia de una iglesia israelita, distinta de aquella que Jesús llegaría a edificar después de Su resurrección, entonces, no sólo los pasajes citados armonizan sino que todo el vigor de la expresión "edificaré mi iglesia" (futuro activo y adjetivo posesivo ) alcanzan su plena significación.
Tal interpretación se halla respaldada por el hecho de que, muy bien sabía el Señor Jesús que El habría de "derribar la pared intermedia de separación" existente entre judíos y gentiles para formar una misma Iglesia (Ef.2:14). Es dificil entonces pensar que Jesús se estuviera refiriendo a Su iglesia cuando enseñaba a desechar como publicanos y gentiles a aquellos judíos que no se arrepentían (18:17b).
Con esto, el Maestro procura enseñar aquí la dualidad de aplicación de la palabra ejkklhsiva, esto es (a ) respecto a la compañía de santificados que lograría con Su muerte, sepultamiento y resurrección (Mt.16:18) y (b ) respecto a la iglesia israelita existente (Mt.18:17).
Tal mención es confirmada en Hch.7:38 en donde el pueblo de Israel, guiado en el desierto por Moisés, recibe denominación directa de ejkklhsiva (VOG). Aunque esta no es una cita literal del A.T. hay sin embargo cierta alusión a Dt.9:10 (Mas.lh'q' - LXX ejkklhsiva).
Otra clara mención de la iglesia israelita en el N.T. se halla expuesta en la Epístola de Santiago Apóstol, la cual, habiendo sido dirigida a "las doce tribus en dispersión" (1:1), obviamente tenía que abarcar tanto a "hermanos" (1:2,16,19; 2:1,5,14; 3:1; 5:7,19) como a "hombres vanos" (2:20); "almas adulteras" (4:4); "jactanciosas y soberbias" (4:13-17), así como a los "ricos opresores" (5:1-6).
Esta Epístola identifica y describe con absoluta claridad a sus destinatarios y no hay motivo para confundirlos con la Iglesia de Cristo. Sólo así es posible comprender que la expresión de 2:2 (VOG) "...si alguno entra en vuestra sinagoga" establece un vínculo inalienable con 5:14 "...llame a los ancianos de la iglesia " que señala expresamente a la comunidad israelita como ejkklhsiva.

La Iglesia en las Epístolas Paulinas.
Es vital para el cristiano ser consecuente con aquellas maravillosas verdades que engendra en su corazón el estudio repetido y constante de la Sagradas Escrituras, de manera tal que cuando arriva ante una aparente discrepancia escritural, su espiritualización o subjetivización sea el último recurso interpretativo, ya que estas disimilitudes actúan, en la mayoría de los casos, a favor del intérprete como provechosas luminarias en la tarea de sistematización teológica.
En todo el Cuerpo de la teología Paulina son varias las analogías expresivas acerca de la Iglesia de Cristo. Al apóstol Pablo le fué revelado en forma directa y completa la excelsa posición y las inescrutables riquezas del Grupo de santificados que atienden al "supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Fil.3:14).
Mucho es lo que las EPISTOLAS dicen respecto al gran tema de la Iglesia. Sin embargo, por razones de oportunidad, solo incluiremos aquí en forma sucinta la descripción de lo que se considera mas útil de la idea Paulina de la Iglesia respecto a los conceptos que emite esta obra.
Lo que se habrá de exponer es conocido por muchos, pero se resalta con el propósito de mantener fresco un pensamiento con el cual habremos de ser consecuentes mas adelante, para que, cuando se evalúe el carácter y la posición de los miembros de la ejkklhsiva que describe APOCALIPSIS, se mantenga sin fluctuar la posición entendida aquí.
Entrando al tema, se observa en la revelación dada a Pablo respecto a la Iglesia, en primer lugar, un enlace o un vínculo de pertenencia entre Dios y la compañía de creyentes que la conforma. Las expresiones "la iglesia de Dios"; "la iglesia de Cristo"; la iglesia del Señor" o la combinación de ambas "las iglesias de Dios en Cristo Jesús" (1Co.1:2; Ro.16:16; 1Ts.2:14; Hch.20:28) implican siempre a una compañía de seres electos por y para Dios. ¿El propósito? Que ellos sean objetos receptores de la misericordia divina y por esto puedan anunciar eternamente las abundantes riquezas de la Gracia (Ef.1:3-14).
De una manera esencialmente distinta a las recompensas que pueden causar los méritos humanos, Pablo declara cómo esta asamblea de santificados ha recibido gratuitamente el don de la fé como único requisito para ser salvos y tener vida eterna (Ef.2:8; Ro.6:23).
Cada uno de este especial grupo de personas que conforma la Iglesia, es hecho hijo de Dios por medio de un nuevo nacimiento al impartírsele la nueva vida en el acto de regeneración (Tit.3:5), siendo habitado por el mismo Espíritu de Dios (1Co.3:16) e introducido por medio de Su bautismo en el Cuerpo de Cristo (1Co.12:13).
Este Cuerpo -prosigue la revelación divina- constituye al mismo tiempo la virgen y pura Esposa de Cristo (2Co.11:2) cuyo glorioso destino se halla cifrado en valores celestiales, vestida de un nuevo cuerpo inmortal, semejante al de su Salvador resucitado (Fil.3:21) a fin de compartir Su herencia y poder ver la gloria misma de Dios (Jn.17:24; Ro.8:16-17).
En la enseñanza Paulina a la Iglesia, vemos a sus integrantes como unos seres que ya han sido conocidos, predestinados, llamados (con efectivo llamamiento), justificados y glorificados por medio del Decreto inmutable de Dios (Ro.8:29-30), a fin de que obtengan la incorruptible herencia celestial (Ef.1:14-18); todo esto gratuitamente, sin que el escogido tenga que hacer, o haya hecho absolutamente nada para merecer tales inmensurables favores (Ro.3:24; 6:23; Ef.2:4-5).
De allí en adelante , y sin que estas bendiciones (que pertenecen en su aplicación a la Voluntad de la Gracia Divina) puedan ser vulneradas, al creyente se le exhorta a "andar en el Espíritu" (Gá.5:16,25) conforme a tán glorioso llamamiento (2Ts.1:11; Fil.3:14) y a correr la carrera por su galardón a fin de que pueda recibirlo completo (1Co.9:24-27).
Tales son, cristiano lector, la posición y las posesiones (entre otras) con las que hay que ser consecuentes. ¡No sin razón la Palabra de Dios nos instruye añadir al conocimiento, dominio propio! (2P.1:6a).

Las 7 iglesias de Apocalipsis.
Al iniciar el comentario acerca del dramático contraste que exhiben los mensajes a las iglesias de APOCALIPSIS cuando se comparan con la doctrina Paulina de la Iglesia, ratificamos el criterio en el sentido de que, con la extracción dispensacional de sus tres primeros capítulos, y por aceptar el mensaje a las 7 iglesias como si este fuera para la Iglesia de Cristo, una peligrosa trampa interpretativa se accionó, y ésta fué la inevitable conclusión de tener que llegar a considerar a la Iglesia dentro de la gran tribulación.
A su vez, esta errada noción, puso a la doctrina de la eterna seguridad del creyente en un considerable atolladero. De allí que los ojos de muchos eruditos bíblicos, ansiosos por sacarla de ese terrible tiempo de juicio, se posaron en el registro de APOCALIPSIS 3:10 ...
" te guardaré de la hora de la prueba"
Este versículo ha sido ciertamente objeto de variadas y extensas exposiciones, las mejores sobre puntos de vista filológicos que hoy nos lucen un tanto débiles, y por medio de ellas se trató de "remover" a la Iglesia del sitio donde aquellas erróneas interpretaciones la habían antes colocado.
Es verdad que la iglesia de Filadelfia recibió la promesa de ser guardada "de la hora de la prueba" pero lo que se discrepa en esta tesis es la inferencia que presupone que esto sea el arrebatamiento de los santos.
La Biblia nada dice acerca de que tal preservación será en el cielo; si así fuera, habría entonces que presumir la división del Cuerpo de Cristo, ya que sólo una de las siete iglesias, o sea, una parte de los creyentes lograría su salvación y la base de tal salvación sería, en última instancia, los méritos humanos (3:8,10), lo cual nos llevaría a otro atolladero doctrinal: la salvación por medio de las obras...
En cambio, si con una actitud libre de prejuicios se acepta que la iglesia de Filadelfia es una formada por israelitas fieles, que han sabido guardar la palabra de la paciencia de su Mesías aún hasta la cuarta vigilia, y que tal preservación en lugar de ser en el cielo será en la tierra, entonces es factible relacionar esta parte del Texto con los acontecimientos que describe APOCALIPSIS 12:14.

Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila,
para que volase de delante de la serpiente al desierto, a
su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos,
y la mitad de un tiempo.

Ahora bien, por cuanto la "mujer" del capítulo 12 es Israel sin lugar a dudas (comp. Ap.12:1 con Gn.37:9-10 y Ap.12:5 con Ro.9:4-5) y por cuanto la detenida cuádruple comparación entre Ap.3:10 con 12:14 y Ap.17:12 con 13:5 arroja suficiente luz como para relacionar tal hora con la duración de la gran tribulación, es posible entonces inferir que es la iglesia de Filadelfia la que será guardada de la hora de la prueba cuando vaya al refugio que Dios le ha preparado.
Esa hora es la misma hora en que los reyes de la tierra recibirán autoridad y poder junto con el anticristo. Será en ese tiempo cuando los israelitas que supieron aguardar a su Mesías recibirán las "dos alas de la gran águila" las cuales son símbolo de la misma protección y providencia divinas que guardaron a Israel en el desierto (comp. Ap.12:14 con Ex.19:4).
Entonces, como en los días del Éxodo, la iglesia de Filadelfia irá nuevamente al desierto a fin de "ser guardada de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero".

No hay comentarios:

Publicar un comentario